Aquí va mi historia estimado maestro...
Desperté... y ella estaba ahí a mi lado, desnuda y sencillamente hermosa. Me senté en la cama y ella empezó a acariciarme la espalda. Me tocaba con pasión y deseo hasta el punto de llevar su suave mano hasta mi pene. Después de una deliciosa caricia, me hizo un sexo oral indescriptible, y yo fascinado aguantando el impulso eyaculatorio, lo tenía bajo control. La clave fue realizar la apnea y relajarme mucho. Después de un buen rato de sexo oral, me hizo recostar y se hizo encima mío... la penetré y me sentía muy seguro, ella estaba gozando como loca. Siempre concentrado y realizando apena le permití moverse tanto como ella quería. Sin exagerar maestro, realizando todas las técnicas que usted me enseñó, logré aguantar la eyaculación (con ella arriba) durante casi una hora. Finalmente ella acabó varias veces hasta que se sintió exhausta y fascinada. Lo mejor de todo fue que LOGRÉ CONTROLARLO!
Lo mejor de esta experiencia fue su frase al final: "Eres un excelente amante", me dijo.
Todo gracias a usted maestro GRACIAS TOTALES!!!
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