Diálogos
sobre la Sexualidad Tántrica entre la Discípula y el Maestro
(y de
como no tiene nada que ver con: “Robó...huyó... y lo pescaron’’)
Lic
Norberto Litvinoff Psicologo-Sociologo UBA-
“Querido Maestro’’-dijo la Discípula Alegre- ¿en qué se
diferencian la sexualidad tántrica del sexo, tal como lo conocemos y
practicamos en Occidente?”.
Mientras se mesaba suavemente su larga y blanca barba,
el Maestro respondió:
“Occidente
vive el sexo como descarga, como alivio, como explosión, nunca como implosión,
la gente lo compara inconscientemente con las funciones excretorias, como algo
que tiene que ‘salir’ urgentemente del cuerpo, algo para sacar, para mandar
rápido afuera y así aliviarse”.
La ventana estaba abierta y se olía el fresco de la
tarde y el rumor del agua allá a lo lejos.
“Para el Tantra
la sexualidad es un éxtasis posible. ¡Nada que ver con algo que hay que
expulsar! En tal caso es como liberarse de un Hechizo... ¡el Hechizo del Sexo!
Es una forma de recargarse, de llenarse de energía, a través del juego de las
polaridades Yin//Yang, de las fuerzas masculinas y femeninas que tienden a
unirse, a potenciarse, a enriquecerse”.
“No entiendo
Maestro’’ -dijo la Discípula Alegre- “¿cómo es eso de la ´urgencia’ por
salir?’’.
“Fíjate en las películas, auténticos manuales del Sexo
para los jóvenes, -respondió el Anciano con voz clara y pausada- verdaderos Constructos
de fantasías sexuales. Allí el varón aparece siempre como desesperado, ansioso
de entablar una introducción de inmediato y cuando la mujer está dispuesta se
muestra igual que él’’.
“Uno se
abalanza encima del otro, se desgarran las ropas, apuran la penetración, con
una respiración entrecortada, anhelante, ruidosa....Hacen el amor como en una
pelea, sobre la mesa de la cocina.... Eso es para ellos lo que es bueno. Eso es
lo que llaman Amor. No hay espera, no hay casi caricias. No se respeta el ritual.
No hay Juego Sagrado -y con una voz especial agregó-: No hay Humor, que está
tan cerca del Amor, y entonces todo
acaba rápidamente y viene la tristeza y la depresión”.
El Maestro hizo una pausa y apoyó la mano sobre un
libro:
“El líquido seminal es lo que urge por salir y
rápidamente el Deseo desaparece. Triunfa el Impulso a la Reproducción por sobre
una actitud más contemplativa del Goce. Así el varón pierde la energía sexual ya desde joven y la
mujer, como vemos, guarda una actitud recelosa ante el sexo’’.
“Entonces-dijo la Bella Joven- ¿no hay que apurar la
salida de las materias sexuales?”.
“¡Claro que no!–dijo el Maestro- los líquidos sexuales
son energía pura, lo que los científicos hoy llaman Genoma Humano es un trozo
de materia-energía vibrante: una cadena informática, sobredeterminada, hipercompleja, capaz de producir vida, llena
de minerales, enzimas y hormonas que en el interior del cuerpo
mantienen la piel fresca, los ojos brillantes y el
paso elástico; quien no respeta estas ideas pierde el vigor cerca de los 30
años y necesita estimularse cada vez más y toda su mirada es apagada y sin
vida’’
“Mi amado tiene 40 años y me hace el amor sólo los
sábados, una vez por semana, ¿hay algo más doloroso que eso para una
mujer?’’-dijo la Joven Discípula-
“Si le trasmites las enseñanzas del Tantra y del Tao
del Sexo pronto lo verás relinchar como un potro en la verde pradera de
Primavera y tú misma te sentirás transportada a los Espacios del Goce’’.
Y mientras
sonreía tiernamente, el Maestro agregó:
“Dile que el acto del Amor requiere un re-aprendizaje
completo tanto para el Varón como para la Mujer. Así el Tallo de Jade se
levantará siempre fuerte y las Puertas de Seda serán siempre aterciopeladas
para él”.
“Maestro...tus palabras me llenan de alegría... ¿es
esto una Religión?, ¿es una ciencia?’’.
“Ni lo uno ni lo otro” -aclarándose la garganta
prosiguió-: “Lo que la Ciencia Occidental -la Sexología Moderna- descubrió hace
apenas 50 años se venía practicando en China y la India desde hace milenios,
era la manera de preservar la Juventud ante el paso del Tiempo, una Disciplina
reservada a los Sabios y a los reyes, los juegos preliminares, el control de la
eyaculación para evitar la eyaculación
precoz (LINK EYAC PRECOZ), el
Punto G (LINK PUNTO G), toda la riqueza e innervación del Clítoris (LINK ALABANZA DEL
CLITORIS) y la Vagina Profunda ya eran conocidos por los Yogas y los Vedas y
dicen que Masters y Johnson leyeron esos libros en épocas no muy lejanas’’.
“Hoy hay cientos de sitios en Internet sobre Sexología y Tantra, algunos muy buenos, cualquier
persona interesada puede acceder muy fácilmente’’.
“En resumen: la Ciencia ayuda pero en el fondo es
tratar de hacer del Acto del Amor -de todos y de cada uno- una Obra de Arte. No
se trata de rehuir el orgasmo para siempre si no de postergarlo para aumentar
el Espacio del Goce’’.
“Tu enseñanza
me devuelve la esperanza -murmuró la Discípula Alegre- dime algo más específico
sobre las mujeres!”.
“La mujer, aun siendo poliorgásmica, tiene abiertas
las puertas del Yoga del Sexo, si lo prueba nunca más vuelve al orgasmia
indiscriminada, su carácter mejora, recupera la Juventud y luce más bella que
nunca, las hormonas que produce no se pierden por su orina sino que se
mantienen en sangre y eso alegra su
carácter, evita la menopausia dolorosa y se siente productiva y excitada todo
el tiempo’’.
“Maestro...Maestro... -Discípula Alegre movió
incrédula su cabeza y unos mechones le taparon por un momento la mirada
brillante: ¿De qué vivirán los sexólogos y los psicólogos si todo el mundo
practicara el Tantra y el Tao del Sexo...?”.
Sonriendo imperturbable el Anciano hizo un gesto vago
con la mano:
“Los desafíos que viven los sexólogos y psicólogos de
nuestros días son inquietantes: su ciencia toda se moviliza ante el Viagra (LINK QUE SABE DE VGR),
la apomorfina (Uprima), el tadalafil (Cialis), el vardenadil (Levitra), la
ocitocina como afrodisíaco femenino, la clonación que vino para quedarse...’’
“Pero no perdamos la Esperanza: en Internet hay algunos que se
están replanteando los fundamentos y vuelven a las fuentes en busca de verdades
y hacen de su vida personal un aprendizaje perpetuo, no se fosilizan sino que
el Tao les enseña a ser flexibles como el bambú con el viento en la tormenta”.
La noche volcaba
su tinta mansamente en la estancia donde platicaban, el Maestro encendió una
vela y se hundió en una meditación profunda, la luz tenue iluminaba su rostro y
jugaba prendiendo y apagando sus facciones. Discípula Alegre se marchó sin
hacer ruido pensando en...
“…tratar de hacer del Acto del Amor una Obra de Arte’.
* Lic. Norberto Litvinoff- Psicólogo y Sociólogo-
.
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