Opinión
El poder de la mujer
Por Norberto Litvinoff*
El Pompoar es ancestral. Su origen se remonta al 1500 AC. En la época de la esclavitud, la mujer que sabía practicar el Pompoarismo valía tres veces más que cualquier otra. En Oriente, todavía hoy, sus secretos se transmiten de madres a hijas. En Occidente se los conoce como ejercicios de Kegel. Gracias a esta técnica se aprenden a controlar los músculos vaginales que permiten mantener una relación sexual más prolongada. Y le dan a la mujer un mayor control de la situación. El hombre queda en un lugar mucho más pasivo. La técnica tántrica es la bomba atómica del poder femenino, son conocimientos ocultos que están bajo un manto de clandestinidad por la relación de poder que ejerce la mujer sobre el hombre. Así se invierte la dialéctica, se derrumba la filosofía machista y se valora y respeta más a la mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario